Translate

sábado, 14 de febrero de 2015

ACTIVIDAD 1.1-  Aspectos socio-políticos de la comunidad escolar y del currículo escolar:

1. Explica de forma sencilla y clara las diferencias y la relación entre sistema político, régimen político, sistema electoral y sistema de partidos.
Las claras diferencias serán los focos de interés de cada término;  mientras que el sistema político se basa en las instituciones, grupos o procesos políticos, el régimen político se centrará más en la estructura y procedimientos de estos, por otro lado el sistema electoral marcará las pautas que harán posible la votación y la transformación de ésta en puestos institucionales, y por último, el sistema de partidos tendrá en cuenta la interacción de partidos políticos dando lugar a un modelo específico de funcionamiento del sistema político en su conjunto.
En cambio, la relación entre estos diversos términos es que si funcionan conjuntamente dan lugar a la democracia de un contexto determinado, ya que todos estos a través de un conjunto de normas y funciones, llevadas a cabo por instituciones o grupos políticos, dan lugar a una sociedad  con un sistema político determinado por las votaciones de los integrantes de ésta y que velará por los intereses de los ciudadanos de ella.
La explicación de ello es que el sistema político aporta las instituciones, grupos o procesos políticos necesarios para que a través de normas y procedimientos dadas por su régimen político darán lugar a las votaciones donde los ciudadanos decidirán quién adquiere el poder a través del sistema electoral y el sistema de partidos, por el cual se lleva a cabo la interacción de estos partidos dando lugar a un funcionamiento específico del sistema político en su conjunto.

2. Explica de forma sencilla y clara los distintos significados que se pueden atribuir al concepto de democracia.
El concepto de democracia adquiere diversos significados debido a la complejidad para dar una definición concreta. Este hecho tiene lugar debido a las múltiples dimensiones que ésta puede acatar.
En la Antigüedad se basa en la necesidad de pluralidad y en la igualdad de acceso al poder, siempre se suele unir al término “régimen político”, orientándose así a principios de constitucionalismo liberal. El enfoque durante este momento será sociopolítico.
La forma moderna, aparece en América aunque su expansión no es lineal y se relacionará con la aparición y consolidación de ideas y prácticas democráticas, por lo que la democracia puede haber sido inventada más de una vez y en más de un lugar.
Pero en la democracia moderna, es imposible la intervención de todos los ciudadanos, por lo que esa democracia de participación solo es posible a través de la representación y agregación de intereses en partidos políticos.

Convencionalmente, la democracia se define en oposición al autoritarismo, pero a menudo las dictaduras fascistas y comunistas se han bautizado como democracia orgánica o popular.
Habrá autores como Schumpeter, que verá la democracia como un mercado, en el que distintos grupos y personas compiten para ganarse los votos de los electores, de los consumidores políticos.
Con ello la democracia tenderá a combinarse por el desarrollo y la modernidad estructural.
Por otro lado, las diversas dimensiones de la democracia son causadas porque su evolución institucional (formas de organización concretas) y semántica (por su significado) discurrió siempre entre interrumpidas experiencias históricas, por lo que es imposible el concepto con unidad de significado. Razón por la que es difícil definirlo pero no imposible.
Nos podemos centrar en dos focos para definirla; la democracia como objeto (en esta perspectiva preguntamos ¿qué es la democracia?) y la democraticidad como adjetivo que gradúa su existencia (en cambio en esta preguntamos ¿cuánta democracia existe?).
Koselleck, destacará 3 características que sitúa como fundamentales sobre conceptos sociopolíticos y que permiten sistematizar el significado de democracia.
Por un lado tenemos la experiencia histórica, que dará un cambio en el significado de la democracia, donde ésta pasará de “el gobierno del pueblo” a “el gobierno de los políticos”. Y además veremos 2 matices que se darán en sentido de la democracia moderna; la democracia realista y la democracia de la razón (SARTORI, 1993)
El primero se basará en la Revolución Anglosajona, basada en la restauración de los derechos usurpados durante el absolutismo de los Tudor y Estuardo. Será una reivindicación gradual parecida a la Declaración de Independencia americana. Estas experiencias nos reflejan un matriz realista respecto a la política, por lo que se entenderá la democracia como un objeto de hecho.
El segundo se dará en la Revolución Francesa, que romperá con el pasado bajo una democracia que defienda la libertad, igualdad y fraternidad. Por ello en este caso se entiende la democracia como un ideal.
Por tanto, el primer matiz se fundirá en el EMPIRISMO y PRAGMATISMO y EL segundo  matiz en el RACIONALISMO.

Por otro lado veremos la democracia como una construcción en proceso, donde se tratará a través de proyectos políticos concretos que se encuentran en disputa y cuya repercusión en el mundo práctico tiende a ser naturalizada, tal y como ocurre hoy en día con el liberalismo
Por último, vemos como la definición de la democracia abre historias posibles de realizar.
En esta definición encontramos un modelo democrático liberal donde el rol del Estado deberá garantizar libertades individuales y su poder se restringirá a regular conflictos entorno a la participación en política, se relegará a elección de representantes.
Por ello se requerirá una ciudadanía comprometida con lo público, y no sólo con el desarrollo de la esfera privada. Se intentará imponer un orden al mundo, y con ello proyectar un horizonte de posibilidades: un sujeto vinculado o desvinculado de la comunidad, un Estado que concentra o distribuye el poder y una sociedad civil que se orienta hacia lo público o lo privado (ÁGUILA R. D., 2000). Legitima estructuras y discursos, abre y cierra posibilidades, jerarquiza valores y prioridades, da y quita cuotas de poder, impone roles, deberes y obligaciones.

3. En qué tenemos que fijarnos para valorar si una sociedad es más o menos democrática que otra.
Para que una sociedad sea democrática la autoridad debe ser ejercida por una mayoría de los miembros de la comunidad política.
Aunque el concepto ha variado mucho con el paso de los tiempos, dado que en un principio todos tenían derecho a acceder al poder y el régimen político se orientaba aun constitucionalismo liberal, pero con el crecimiento de las ciudades y los cambios que se han ido suscitando se hace imposible la intervención de todos los ciudadanos, ya que esa democracia de participación ahora solo es posible por medio de representación y agregación de intereses en partidos políticos.
Algo que caracteriza a la democracia es la forma de elección de representantes, dado que se realiza a través del sistema electoral dando lugar a la participación de los ciudadanos, que votarán dependiendo de sus intereses políticos y las decisiones que estos esperan que tomen sus elegidos, para encaminar a la sociedad. Sin una libre votación respecto al poder, no sería posible vivir en democracia.
Además para amparar a los ciudadanos de gobiernos tiranos, siempre debe de haber leyes que protejan las libertades e intereses del pueblo ante posibles excesos políticos.
La democracia siempre ha sido una oposición a autoritarismos que acaparan el poder y suprimen libertades del pueblo, a lo largo de la historia, ha habido momentos en los que la democracia ha brillado por su ausencia debido a dictaduras fascistas y comunistas que han ido suscitando en diversos países y que tras acabar han dado lugar a la ansiada democracia donde reinaba la igualdad y libertad de los ciudadanos.
Por tanto, tras este repaso podemos concluir que una sociedad democrática se valorará si se rige por la libertad e igualdad de sus integrantes, lo cuales por medio de votos eligen al gobierno que velará por sus intereses y no se aprovecha del poder para ir en contra de los principios que todo representante político debería tener.

4. En qué tenemos que fijarnos para valorar si un centro educativo es más o menos democrático que otro.
La educación funciona como un instrumento para facilitar la integración de la generación más joven en el sistema; o bien actúa como realidad por la cual los hombres descubren la forma de participar en la transformación del mundo. Es decir, a través de la educación se les inculca criterios de una sociedad democrática en la que deberán de convivir en igualdad y respeto con el resto.
Aunque a menudo, se cree que la democracia no forma parte del centro educativo no es así, dado que debemos vivir la democracia en todos sus ámbitos no solo en lo que se refiere al gobierno y la administración sino empezar desde abajo, desde las escuelas y sus sistemas, formando centros que se rijan por leyes democráticas de funcionamiento.
Por ello si queremos una enseñanza arraigada al contexto, debemos usar la información que se nos aporta de otras ciencias para desarrollar la capacidad de actuar con autonomía, solidaridad y crítica ante conflictos que puedan darse en la sociedad en la que vivimos y hacer comprender a los integrantes de ella que por medio del diálogo y negociación, podemos resolver diferencias entre grupos y personas. Es decir, a través de observaciones y estudios de otras ciencias podemos determinar lo que los centros educativos necesitan para llevar a cabo una educación democrática que garantice futuros ciudadanos inmersos en una sociedad democrática.
Los docentes en la escuela consecuentes con ello debemos tener el deseo de cambiar y democratizar la escuela, dado que la mejora de la sociedad tiene que ver y mucho con los centros educativos y su forma democrática, no debemos caer en la tentación de ver únicamente la relación entre hábitos de participación en el funcionamiento de la institución escolar, sino que debemos asociar los problemas sociales o escolares a la selección de contenidos.
Para construir a través de esto una forma educativa que sea democrática debemos tener en cuenta diversas funciones del centro como puede ser la selección y organización del contenido cultural, la interacción profesorado-alumnado en el aula, la toma de decisiones o la evaluación tanto del alumnado como del centro.
Esto nos llevará a innovar los procesos educativos y materiales utilizadas para orientar así las nuevas prácticas a una enseñanza más útil para la emancipación de todas las personas.  Pero preocupa el hecho de que los centros o equipos innovadores con el paso del tiempo agoten sus fuerzas de innovación y hagan que ésta solo sea posible a ratos.
Este proceso no se tratará de hacer teorías de la democracia y del currículum que ya estaban hechas sino de facilitar el uso de esas teorías sobre la democracia real y la construcción de la ciudadanía para decidir y organizar un plan propio de reformas reales del centro. Con ello se quiere que cada equipo o profesor, cree su propia práctica y decida sobre sus deseos y posibilidades de democratizarla. Es decir, lo que prima son las estrategias que cada profesor lleve a cabo y la forma de desarrollarlas.
Estos procesos de cambio tendrían un gran impacto si se llegasen a imponer en las escuelas, dado que se guiaría hacia una forma más práctica de educar en la que importa el contenido y la estructuración.
Para vivir la democracia, será necesario entonces que sindicatos y movimientos de renovación pedagógica así como universidades se unan y organicen los recursos para crear redes de centros por la democracia para conformar una escuela más pública y aulas más críticas. A todo ello se le suma que toda democracia deberá ofrecer la igualdad de clases, es decir, no por nacer en un lado o en otro o tener padres con rentas diferentes se opta a una educación con características inferiores o diferentes sino que uno de los principales significados de democracia debe ser la igualdad y el derecho en los centros educativos.
Por último, si miramos atrás y comparamos la escuela actual con la de hace años, comprobamos un enorme cambio hacia una escuela más libre y democrática. Esto es resultado de cambios tanto de mentalidad como de funcionamiento, dado que en un principio la escuela no gozaba de libertad de expresión, ni siquiera de participación ya que al comienzo, las mujeres no podían adquirir conocimientos en la escuela. Esa escuela de entonces tenía mucho más que ver con regímenes autoritarios o absolutismos que con regímenes democráticos de los que gozamos hoy en día.


Con el paso de los años y el cambio que la sociedad ha ido adquiriendo, se ha ido moldeando un sistema educativo igualitario en lo que a sexos se refiere y de libre expresión, algo que caracteriza a la democracia que se ha ido adquiriendo en las aulas y la cual ha impulsado al cambio produciendo con ello la educación de hoy en día.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- González, F. (2004). La Democracia como concepto Sociopolítico, 5-14.
-Feito, R. (2010). Escuela y democracia. Política y Sociedad, 47 (2), 47-61.
-Martínez, À. (2003). ¿Qué dices tú, hoy, de la democracia en la escuela? Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17 (3), 105-128.
-Molina, I. (1998). Conceptos fundamentales de Ciencia Política. Madrid: Alianza Editorial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario